Con la llegada de diciembre, cerramos un nuevo capítulo. Ha sido un año lleno de retos, cambios, aprendizajes y momentos compartidos. En el SC Trade Center, hace tiempo que decidimos vivir este cierre de año de forma especial: en lugar de hacer regalos materiales, destinamos el presupuesto de Navidad a apoyar a entidades sociales de nuestro entorno.
Este 2025, colaboramos con dos organizaciones que realizan una labor imprescindible y con un gran valor humano:
– La Asociación de Familiares de Alzheimer del Vallès Occidental (AFA VO)
– La Fundación Vinne
Hoy queremos acercaros un poco más a una de estas entidades, la AFA VO, y lo hacemos a través de una entrevista con su presidenta, Anna Fitó.

¿Cómo definiría la labor que llevan a cabo desde la AFA?
Acompañamos. Ayudamos a las familias que conviven con una persona con Alzheimer u otra demencia. Les ofrecemos orientación, apoyo y servicios para que no tengan que afrontarlo solas. Porque realmente, esto no se puede hacer en solitario.
¿Cuáles diría que son los principales retos que afrontan hoy en día las personas cuidadoras?
El mayor reto es que muchas familias se encuentran muy solas. A diferencia de lo que ocurre con otras etapas de la vida, como cuando tienes un hijo, no hay un itinerario claro que te ayude. Con una enfermedad como esta, te enfrentas a una realidad muy dura y con pocos recursos.
Además, muchas veces cuesta aceptar ayuda. Por eso son necesarias campañas potentes que digan: “Déjese ayudar. No lo haga todo solo”.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las personas que tienen dificultades para pedir apoyo?
Que cuidar a una persona con demencia nunca se puede hacer en solitario. Necesitan estar acompañadas, ya sea por profesionales o por la propia red familiar o vecinal. Si no, la persona cuidadora también puede romperse.
¿Cómo es el proceso de acompañamiento que ofrecen desde la entidad?
Cuando alguien viene a vernos por primera vez, realizamos una entrevista para escucharles e informarles de todo lo que pueden necesitar: trámites legales, gestiones sociales, ayudas… También les hablamos de la importancia de cuidarse como cuidadores.
Ofrecemos grupos de apoyo, actividades terapéuticas, talleres y también un espacio de respiro para que las personas afectadas puedan mantener capacidades mientras los familiares descansan. Cuando la movilidad se complica, también disponemos de servicio de atención domiciliaria. Intentamos adaptarnos a cada caso, con mucha empatía.
¿Qué representa para ustedes que un espacio como el SC Trade Center dé visibilidad a su labor?
Es muy valioso. En el Trade Center hay empresas que quizá no conocían nuestra realidad, y esta colaboración hace que nuestro trabajo llegue más lejos. No solo por las aportaciones, sino por la red de contactos y la repercusión que se puede generar.
¿Cree que centros como el SC Trade Center pueden tener un papel activo en la sensibilización?
Totalmente. Cuando me dijeron que querían colaborar, pensé: “¡Qué suerte!”. Porque es como una gota que se va extendiendo. Alguien lo ve, lo comenta, se interesa… y eso hace que mucha más gente entienda qué hacemos y por qué es tan necesario.
¿Por qué considera importante que la ciudadanía o el tejido empresarial colabore con entidades como la suya?
Porque para seguir ofreciendo servicios necesitamos recursos. Sabemos que muchas de las personas que padecen esta enfermedad tienen pensiones muy bajas, porque trabajaron en épocas en las que no siempre cotizaban correctamente.
Se calcula que la enfermedad puede llegar a costar hasta 30.000 € al año, y no todas las familias pueden afrontarlo. El apoyo de personas y empresas nos permite atender a más gente y hacerlo mejor.
Además de la AFA VO, también colaboramos con la Fundación Vinne, que trabaja para conectar el mundo empresarial con el tercer sector. Actúan como puente entre empresas y entidades sociales, facilitando colaboraciones reales y proyectos con impacto. ¿Un buen ejemplo? Los deliciosos arrugats que hemos hecho llegar a algunos de nuestros clientes esta Navidad.
